Educar con amor es, ante todo, tomar al infante como un ser humano; un ser humano que merece el mismo cariño y el mismo respeto que toda persona adulta. Educar con amor es vernos reflejados a nosotros/as mismos/as en el infante y recordar aquellos tiempos en los que deseábamos con profundo anhelo un beso, una caricia, un abrazo, una aprobación... un te quiero.
sábado, 18 de mayo de 2019
Introducción a la Profesión Docente: Marco Para La Buena Enseñanza
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